Tuesday 30 September 2008

¿Emergencia del voluntarido en Letonia?



“El trabajo de voluntariado en Letonia no tiene prestigio. Los ciudadanos no se involucran porque falta información y tiempo”. Esta ha sido una de las conclusiones recogidas en la investigación realizada por el Instituto de ONGS en Letonia duarnte el mes de noviembre de 2007.
A diferencia de los países occidentales, en Letonia al igual que en otros países exsoviéticos, las personas tienen desgana para dar parte de su tiempo libre, conocimientos y habilidades en ayudar a otras personas que se encuentran en situaciones difíciles. La pregunta central que se plantea es: ¿Por qué los ciudadanos letones no quieren participar en acciones que puedan mejorar la vida de otros y cambiar también la suya?.
De modo gráfico, el pasado otoño en un pueblo cercano a Riga (la capital del país) se perdieron dos niñas de 13 años. La organización Cruz Roja de Letonia hizo un llamamiento a las personas del pueblo y otros colindantes para participar en el operativo de búsqueda, en los bosques de alrededor. Sólo una unidad local de la Cruz Roja participó: el personal voluntario fue mínimo.
También a nivel de Gobierno cuesta entender el significado del trabajo de voluntariado y, por tanto, se echa de menos la colaboración entre el Gobierno (nacional, regional y/o local) y las ONGS en aras de un mayor desarrollo de la sociedad civil.
El desconocimiento y escaso desarrollo del voluntariado en Letonia hay que buscarlo en la ausencia de un nivel de bienestar básico de sus ciudadanos. Mientras el ciudadano no esté satisfecho con su vida, mientras no se forme una clase media (prácticamente inexistente en la actualidad) no habrá personas que quieran involucrarse en programas de voluntariado. Esta relación lo demuestra también las estadísticas. En Estados Unidos, donde el 75-80% de la sociedad pertenece a la clase media, el 50% de sus habitantes realizan trabajos de voluntariado. También en los viejos países de Europa la situación es similar a la de Estados Unidos: en los países escandinavos realizan trabajos de voluntariado el 30% de sus habitantes, en Alemania el 34%.
Para que los habitantes de Letonia quieran realizar trabajos de voluntariado con gusto, para que ellos mismos reúnan a otros, es necesario tener solucionados aquellos problemas que les atenazan en su vida cotidiana: falta de seguridad en el trabajo, sistemas sanitarios y educativos deficientes, falta de unidad familiar, etc. Esta carencias son muy patentes. Para muchos la vida cotidiana se convierte en una supervivencia diaria.
Según el centro de voluntariado del país, sólo realizan trabajos de voluntariado el 4% de sus habitantes. Olafs Bruvers, presidente de la Cruz Roja en Letonia dice que no siempre es fácil encontrar voluntarios para ayudar a jóvenes con especiales necesidades o a ancianos de los asilos.
Para que el trabajo de voluntariado pueda desarrollarse son necesarias también las ONGS. El fenómeno asociativo en Letonia es muy reciente en el país debido a su pertenencia durante más de 50 años a la extinta URSS. La primera Ley de Asociaciones y Fundaciones se promulgó en 1995. En la actualidad la mayoría de ONG del país no cuentan con personal voluntario para desarrollar y alcanzar los fines de la entidad sin con personal técnico.
Las iglesias existentes en el país (luterana, baptista, católica, ortodoxa) empiezan a involucrar a su gente para que participen en programas de voluntariado, en centros sanitarios, asilos de ancianos y orfanatos que no cuentan con el personal suficiente para hacer su trabajo o para llevar un poco de calor humano y cristiano a esas personas.

Rakel Moreno. Riga (Letonia)

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